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Disfrutar del deporte, el mejor antiestrés de forma natural

2 mayo, 2019
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El estrés se puede reducir con ejercicio fisico

El estrés propicia enfermedades cardiovasculares y debilita el sistema inmunitario; encontrar el placer y la relajación a través del ejercicio físico es el tratamiento más efectivo. Sensación de cansancio, agotamiento, depresión, ansiedad, insomnio, fatiga, nerviosismo, vértigos y cefaleas… son solo algunos de los trastornos psicofísicos consecuencia del estrés, sin obviar las dolencias cardíacas y los trastornos digestivos que puede llegar a ocasionar.

¿Quién no ha padecido o conoce a alguien que sufre estrés? Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta enfermedad es la epidemia laboral del futuro, una enfermedad que mata silenciosamente a millones de personas de los países occidentales. El trabajo suele ser el factor desencadenante, pero no siempre las causas son laborales.

Los efectos del estrés

Todo el mundo habla de estrés, pero ¿se conoce el verdadero significado, el diagnóstico y las repercusiones que tiene para la salud?

El estrés es algo innato en el ser humano, y que sirve para mantenernos alerta y activos ante situaciones de peligro o que requieren una mayor capacidad de rendimiento. El estrés ocasional, en forma de tensión temporal, es sin duda necesario y forma parte de la vida humana. Pero cuando se produce una tensión constante y de forma continuada, se pueden producir trastornos en el organismo, a nivel físico y mental, como una continua exposición a situaciones desagradables, prisas, frustraciones, dolor, miedo, tristeza, soledad o una sobrecarga de trabajo.

El problema viene cuando el estrés no es algo puntual que aparece ante una determinada situación, si no que ese estado de alerta se mantiene en el tiempo y los cambios físicos se producen de forma continuada. El aumento continuado de la presión cardiaca puede dar lugar a un aumento del tamaño del corazón que puede ocasionar afecciones cardiacas, e incluso infarto. Los elevados niveles de azúcar y grasas en sangre y el aumento de los factores de coagulación, aumentan la probabilidad de arteriosclerosis, trombosis y apoplejía, entre otros. Además de las dolencias cardíacas, el estrés también predispone a las infecciones, causa trastornos digestivos e incluso problemas bucodentales, como caries.

Combatir el estrés

Es cierto que cada persona sufre y afronta el estrés de una manera particular; hay personas con más resistencia, con más recursos, o simplemente cada uno tiene una sensibilidad diferente. Existen tratamientos farmacológicos para tratar la ansiedad y el estrés, aunque siempre es mejor comenzar de manera natural, empleando técnicas cognitivas (enseñar a la persona a interpretar las cosas de otra manera), técnicas de relajación de la actividad fisiológica (a respirar ante un ataque de ansiedad) o técnicas centradas en la conducta.

Deporte antiestrés

El ejercicio tiene un papel clave en la eliminación del estrés, pero no de cualquier manera. Para aprovechar el efecto relajante del deporte, hay que practicarlo disfrutándolo y divirtiéndose. Existen deportes que requieren mucha concentración y son muy competitivos, como el tenis, con lo cual para algunas personas puede resultar un factor de tensión interna que no favorece en la relajación, sino al contrario.

Ante todo, si lo que se pretende es reducir los niveles de estrés, hay que valorar qué deporte es el más adecuado para la persona en concreto. En personas que trabajan o pasan muchas horas en soledad, resultan convenientes los deportes en equipo, en los que la persona que sufre estrés se sentirá parte útil de un grupo y, además, le permite establecer relaciones con otras personas. En cambio, para las personas que se pasan el día tratando con gente, son más adecuados los deportes de resistencia y aeróbico que se practique en solitario, por ejemplo, en contacto con la naturaleza.

El deporte se plantea a nivel médico como un tratamiento alternativo a la medicación o complementario, efectivo, natural y económico a la hora de afrontar un diagnóstico por estrés, con resultados que prometen la reducción progresiva de las molestias asociadas.

Lo importante, se reitera, es que su práctica suponga un momento de placer; bailar, correr, nadar o salir a hacer excursiones caminando o en bici, resulta más sanador para el cuerpo y la mente de lo que pensamos.

Consejos generales

Los médicos sí plantean a los afectados unos consejos generales, que deben tratarse de forma personalizada en cada caso y resultan el primer paso para el cambio:

  1. Analizar qué factores producen estrés y reflexionar sobre cómo afrontarlos.
  2. Aprender a tranquilizarse a través del pensamiento positivo, cuidar la autoestima y atender nuestras relaciones personales de forma sana.
  3. Cuidar la dieta; comer sano y hacerlo haciendo un parón en el trabajo; desconectar. Mejor si comemos con personas con las que nos apetece relacionarnos.
  4. Eliminar del día a día conductas que pueden entorpecer la tranquilidad. El bienestar comienza con un sueño reparador. Es ideal dormir ocho horas.
  5. Aprender técnicas de relajación, como yoga, taichí o meditación.
  6. Dedicar un tiempo de ocio para una actividad que produzca placer; pintura, fotografía, música, literatura…
  7. Escuchar música relajante y lenta.
  8. Hacer más ejercicio o practicar algún deporte acorde a los gustos.

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Sobre el autor

Finisher

Expertos en salud y nutrición deportiva.

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